Huella Artesanal y la web Myjamon.com vende productos españoles de calidad
Alcanzaron los 100.000 euros de facturación en 2013, cifra que quieren duplicar en 2014
Decía Miguel de Unamuno que «el progreso consiste en renovarse». Esta es la filosofía que ha movido a Antonio Barbero a convertirse en responsable de su propio negocio, Huella Artesanal, con la que se dedica a la exportación de productos españoles de gran calidad, con la que alcanzó los 100.000 euros de facturación el año pasado, cifra que prevé duplicar en 2014.
Barbero es un joven periodista de Ronda que decidió emigrar a Italia hace unos años en busca de mejores oportunidades laborales. Tras tres años trabajando en una compañía, Antonio echaba de menos los productos de su tierra y decidió encargar una paletilla de jamón a su madre para quitarse la morriña. Cuando sus compañeros de trabajo se enteraron se sumaron a este primer pedido y meses más tarde, el número casi se había duplicado. «Comprendimos que había una oportunidad de negocio y nos propusimos dedicarnos a la exportación de productos andaluces», explica el responsable de la empresa.
Fue un cambio radical en su vida y en la de su esposa, Danniella Capogrossi, romana licenciada en Traducción e Interpretación, encargada de traducir a cuatro idiomas los portales de la nueva marca. El primer paso fue poner en marcha Huella Artesanal, creada aún cuando estaban en Italia y contactar con restaurantes y comercios de la zona para ofrecer sus productos. «Comenzamos en julio de 2012 y nos centramos en el sector profesional, con muchas visitas comerciales para dar a conocer el género que vendíamos», explica Barbero.
El éxito entre sus clientes lo animó a abrir mercado en menos de seis meses, para lo que puso en marcha Myjamon.com, una tienda online para particulares de toda Europa que quieran adquirir productos ibéricos de gran calidad. «Basamos nuestra elección de productos para la exportación en la búsqueda de pequeños artesanos locales, que son realmente los que atienden el cuidado y la crianza de cada producción», prosigue el empresario malagueño, que volvió a su tierra para mejorar las condiciones de su negocio.
«Poner en marcha una empresa en un país que no es el tuyo es muy complicado. Además, nos encontramos con muchas dificultades por la falta de experiencia como empresarios, así como por la situación económica general», afirma Antonio Barbero. Y es que poner en marcha un negocio en plena crisis fue todo un reto.
Con apenas 3.000 euros de capital inicial y los ahorros personales, esta pareja sacó adelante Huella Artesanal y Myjamon.com, al tiempo que han ido transformado su modelo de negocio para enfocarse al corte y envasado del jamón ibérico con el objetivo de lograr más beneficios. «Hasta he tenido que aprender a cortar jamón», bromea Barbero, que reconoce la falta de ayudas o la tardanza de las mismas, ya que pese a tener concedida una subvención de la Agencia Idea desde 2012, «aún no hemos cobrado», lamenta.
Sí valora positivamente el apoyo recibido por parte de la Escuela Empresarial de Ronda, en cuyas instalaciones han podido establecer la sede de su negocio y una tienda para aquellos que todavía apuesten por el comercio tradicional. «Muchas madres vienen a nuestra tienda o entran en nuestra web de Myjamon.com para comprar productos ibéricos para sus hijos en el extranjero», asegura.
Italia, Francia, Inglaterra, Suecia, Alemania o Lituania son algunos países a los que llegan los productos que ofrece la compañía rondeña. Jamón, embutidos, aceite de oliva y queso triunfan entre los italianos y los franceses, mientras que los vinos y los licores son lo que más demandan ingleses y alemanes. Precisamente, Huella Artesanal acaba de llegar a un acuerdo con Garvey para comercializar el vodka caramelo que ellos producen, debido a la amplia demanda que han experimentado y a que era la única de sus mercancías que no era de origen español.
Y es que Huella Artesanal quiere ofrecer la máxima calidad y para ellos cuenta con productos de todo el territorio nacional, aunque apoyan especialmente a aquellos que son producidos en la Serranía de Ronda. Los principales clientes de la línea profesional de la compañía son restaurantes españoles en el extranjero, sobre todo en Italia, aunque esperan seguir ampliando horizontes.
Salto a la Costa del Sol
En los planes a medio plazo de la compañía está su traslado a Málaga capital para abordar de la mejor manera posible el salto a la Costa del Sol, donde creen que pueden encontrar un nicho de mercado muy importante.
La experiencia de Antonio, de apenas 31 años, es muy positiva. «Se pasan muchas fatigas al principio, es innegable, pero bendita la hora en la que decidí reinventarme. Por eso, animo a todos los que tengan un buen proyecto en mente a que se lancen», aconseja.
Fuente: elmundo.es