El jamón de Lugo comenzó a conquistar los paladares japoneses. El producto, que hace unos años era un gran desconocido en el país nipón, está subiendo espectacularmente. Tanto es así que cualquier viajero español se sorprenderá al ver en algunos canales de tele del lejano país a un japonés vestido de torero que promociona el ibérico para la cadena de restaurantes de suhshi Karushi. De momento, los japoneses ya se comieron, solo en unos meses, más de 20 toneladas de jamón lucense y todo apunta a que quieren bastante más.
Otemachi es un distrito de Tokio que en su radio de acción tiene la estación central de trenes y el palacio imperial. Por su parada de metro es prácticamente imposible no pasar en algún momento porque es cruce de cinco líneas. En su interior lujosas tiendas gourmet ofrecen prácticamente de todo. En los expositores de una de ellas, la empresa lucense Torre de Núñez presenta su producto con las correspondientes descripciones en japonés. Este es solo uno de los puntos de la capital donde puede adquirirse el jamón de Lugo.
El jamón lucense está en Japón desde hace solo unos meses. Ángel Lamas, responsable de exportación de la empresa lucense, asegura que la acogida del producto es realmente espectacular. Tanto es así que prácticamente todos los meses envían alrededor de unas siete toneladas.
La clave de la comercialización estuvo en la Foodex Japan 2014, una gran feria internacional de la alimentación que se celebra en el mes de marzo en Tokio. Allí fue presentado el jamón de la empresa lucense y a partir de ahí comenzó el éxito.
¿Y por qué gusta a los japoneses el jamón de Lugo? Ángel Lamas cree que es por su bajo punto de sal y el sabor dulce, según pudo comprobar durante su estancia en la citada feria. Entiende, además, que otro aspecto favorable es «la buena infiltración de la grasa muscular, gracias a la genética Duroc, que es la raza de cerdos que utilizamos».
Envases similares
De toda la infraestructura en el país nipón se ocupa la empresa importadora local. Recibe periódicamente el producto en bloque y es en Japón donde proceden al loncheado y al posterior en envasado en estuches similares a los que el consumidor puede encontrar en cualquier supermercado lucense, pero con caracteres japoneses.
La extraordinaria acogida del producto motiva que la empresa no solo mantenga sino que trate de reforzar su presencia y los contactos en el país nipón. De hecho, a medidos de este mes el responsable de exportación de la industria, Ángel Lamas, tiene previsto efectuar un desplazamiento a Tokio, donde mantendrá diversos contactos con importadores y representantes de otros sectores relacionados con la alimentación.
La presencia del jamón lucense en el mercado asiático no se limita únicamente a Japón. También está presente en establecimientos de Hong Kong, donde la acogida también es muy destacada, según los datos que manejan en el departamento de exportación de la industria que tiene en el municipio O Corgo un secadero con capacidad para 220.000 jamones.
Jamón y muiñeira
Pero no solo el jamón de Lugo triunfa en Tokio. La cadena japonesa Muji, de artículos diversos, promociona en sus tiendas de todo el país la muiñeira de Chantada, interpretada al arpa por el músico Rodrigo Romaní. La música gallega de este y otros artistas suena frecuentemente en las tiendas del grupo.
Fuente: lavozdegalicia.es