La actividad financiera ha sufrido una auténtica revolución en el tiempo causada, principalmente, por dos motivos. Uno, por la modernización y el progreso de los sistemas tecnológicos, y otro, derivado de la crisis. El resultado es que banco y cliente, y la relación que existía entre ambos, poco o nada tienen que ver con lo de hace una década, o incluso en 2007, antes de la recesión económica. Internet ha enfriado las relaciones en muchos aspectos, también en el financiero, ya que cada vez se utiliza con mayor frecuencia el ordenador o el móvil para hacer casi todo tipo de transacciones con nuestra cuenta bancaria. Y esa es la principal razón de que la oferta online de las mayores entidades españolas esté creciendo de manera exponencial. Dicha oferta, además, tiene que ir adaptándose a un nuevo entorno económico y social. Los tipos de interés están en mínimos históricos, con lo cual, el depósito, que era el producto preferido históricamente por los españoles, ha perdido atractivo porque las rentabilidades apenas llegan o superan el 1%. Adaptación al nuevo entorno económico y social Para evitar la fuga de clientes, entre una diversidad de oportunidades en el sector y la pérdida de atractivo de productos de renta fija, los bancos están comenzando a crecer hacia otros segmentos, como las plataformas de compras de productos que nada tienen que ver con las finanzas.
Popular fue una de las entidades pioneras, pero actualmente todas las principales del sector lo recogen en sus páginas web. El objetivo no es otro que conseguir y fidelizar clientes. José Antonio Álvarez, consejero delegado del Banco Santander, expresó la importancia que tiene esta política comercial para las entidades en el XXII Encuentro del Sector Financiero, que se celebró el pasado mes de abril. "No queremos más clientes, tenemos muchos; queremos los mejores", dijo. El objetivo de esta entidad es incrementar de 12 a 17 millones los clientes con vinculación hasta 2017, incluidas las pymes, y calcula que esto podría añadir a sus ingresos unos 3.000 millones de euros. Por su parte, Ángel Cano, consejero delegado del Grupo BBVA, manifestó en las mismas jornadas que los bancos españoles tendrán muy difícil recuperar los niveles anteriores a la crisis en cuanto a su actividad al existir mayores presiones sobre la rentabilidad. “Para afrontar este reto es necesario que la banca se transforme reinventando la forma de relacionarse con clientes a través de las nuevas tecnologías y una transformación digital”, dijo. El hipermercado online es una de las últimas incorporaciones al catálogo de productos de los bancos. Contiene artículos de todo tipo, aunque los más habituales son electrodomésticos para el hogar, tecnología y ocio. Pero se puede encontrar de casi todo, desde productos gourmet hasta ropa para hacer deporte, y suelen ser primeras marcas, con las que cada entidad financiera ha llegado a un acuerdo comercial. Siguiendo con Popular como ejemplo, su plataforma online (www.popularcompras.com) ofrece en este momento un jamón ibérico Cinco Jotas de entre 6 y 7 kilos por 475 euros, o una paleta ibérica, de la misma firma, por 170 euros, con un peso que oscila entre los 4 y 5 kilos. En el mismo sitio web, se puede adquirir una batería de cocina, relojes, balones de fútbol, bicicletas estáticas o una camiseta de fútbol de la selección española. Mejores condiciones de compra Los productos que se presentan suelen tener un precio inferior al del mercado. Algunas entidades también dan la posibilidad de financiarlos a plazos de uno a dos años, sin comisiones, o con unos costes ventajosos. En este sentido, es importante tener en cuenta la TAE (Tasa Anual Equivalente) que se aplique, ya que definirá el tipo de interés anual y las comisiones que se tendrán que abonar sobre el precio de compra. El principal requisito para disfrutar de este tipo de plataformas es hacerse cliente. Y normalmente se requiere la utilización de una tarjeta de la entidad para operar. Aquí es donde el usuario debe poner especial atención, ya que esta fórmula de pago suele llevar acarreada una serie de costes.
En casos concretos como el de La Caixa, además de tener que formar parte de su base de clientes para poder acceder a su sitio web de compras, es necesario domiciliar la nómina o el pago de algunos recibos mensuales fijos, como la luz. ING también requiere abrir una cuenta, aunque puede ser sin nómina. Además no tiene comisiones y las tarjetas son gratuitas. La entidad aplica un descuento de entre el 2 y 25%, según el artículo que se adquiera. Las condiciones son concretas a cada producto. Por eso, hay que leer la letra pequeña que aparece con total trasparencia en todas las plataformas de los bancos. Aunque los hipermercados online de las entidades están abiertas a todo el público, hay casos como el de Bankia que están restringidos a los clientes que son menores de 30 años y con acceso a la oficina por internet. Además de las ofertas directas sobre determinados productos, la mayoría de los bancos facilitan cupones de descuento. Es decir, se da acceso a dichos cupones, que después se aplican en los establecimientos correspondientes. La Caixa acaba de lanzar un nuevo paquete para los clientes del programa Nómina multiEstrella que recoge rebajas por una cuantía de más de 800 euros anuales para aplicar en tiendas, inclusive de alimentación. Por otro lado, determinados bancos, como Bankia y también La Caixa, incluyen promociones directas sobre la compra de entradas de cine, teatro, parques de atracciones, musicales, alquiler de coches...; se obtienen introduciendo en el proceso de compra el código de promoción. Solo hay que buscar para encontrar lo que nos ofrece nuestro banco. Seguridad, ante todo La seguridad en cualquier operativa de internet es una de las batallas por las que más han peleado los bancos ante la aparición de numerosos intentos de fraude. Actualmente, cualquier compra online está sujeta a unos estrictos controles de seguridad. Los productos que se pueden adquirir en el hipermercado online de las entidades se realizan mediante tarjeta de pago, aunque en algunos casos puede ser vía telefónica. El cliente recibe confirmación por correo electrónico o SMS. Normalmente, la utilización de la tarjeta requiere la introducción de unas claves. Asimismo, el cliente puede hacer seguimiento del pedido a través de la web.
Fuente: 20minutos.es